El inicio de nuestra tierra


La creación de todo 

¿Cómo fue que llegamos hasta aquí? Nadie lo sabe con certeza, quizá llegamos a través del fuego, quizá del aire o probablemente de la nada. La ciencia asegura que hubo una explosión que dio origen a la vida, mientras el cristianismo asevera que las mujeres nacieron de la costilla de un hombre. Al mismo tiempo distintas cosmovisiones de la Antigüedad ponen el origen de la humanidad en la conciencia de un animal o un conjunto de seres supremos que gobiernan el Universo. Las teorías nunca se terminarán, eso es cierto y cada lugar en el mundo pretende justificar su existencia con creencias propias que le permitan a su pueblo tener identidad. Tal es el caso de la rica mitología nórdica.

La creación según la mitología nórdica 1


Oscuridad, sólo eso hubo en un tiempo en el que el vacío no se llamaba así. En realidad nada tenía nombre, puesto que nadie habitaba la penumbra. No había mundo ni Universo, sólo un enorme campo negro. Justo en el norte de esta inmensa y eterna oscuridad, tuvo lugar un fenómeno un tanto inusual: surgió una nube y algunas sombras que no se distinguían por su negro color. Estas se mezclaron creando una masa inmensa y se hizo llamar Niflheim. Ante semejante fenómeno, en el sur nació, como contestación no intencional, una tierra calurosa contraria a la del norte. En este lado, el fuego brindaba calefacción a la nada y al mismo tiempo, alumbró ese espacio. Se llamó Muspellsheim.

La creación según la mitología nórdica 2

Cada sitio derivó en 12 ríos que llevaban agua helada y lava, respectivamente. Era inevitable que en algún momento, estas vertientes se unieran en la inmensidad. Mientras que los ríos helados comenzaban a congelarse y estancarse, la lava llegó a cubrirlos y a deshacer el hielo. En el contraste surgió la primera criatura viviente: Ymir, un gigante de hielo. Pasó un tiempo y los ríos volvieron a mezclarse hasta que nació otro ser más, Audumla; esta ocasión no fue un gigante, sino una imponente vaca que comenzó a dar leche en forma 4 de ríos, casi tan vastos como los de Niflheim y los de Muspellsheim.

La creación según la mitología nórdica 3

Ambas criaturas se contemplaron por un tiempo, hasta que Ymir, sediento, bebió desesperadamente de uno de los manantiales lácteos de Audumla. De este modo, se volvieron un poco más unidos. No obstante, el tiempo era un castigo y decidieron tener hijos cada quien a su manera. Ymir que pasaba la mayor parte del tiempo en el fuego, sudaba mucho, así que de ahí nacieron sus pequeños. En el caso de Audumla, sus hijos llegaron al mundo a través de las lamidas que su madre daba al hielo para tratar de deshacerlo.

La creación según la mitología nórdica 4


El tiempo no existía, por ello, los hijos de ambos se desarrollaron y fueron haciendo sus vidas en un vacío oscuro y eterno. La convivencia entre todos dio origen al primer sentimiento genuino: el amor. Éste se dio entre Bestla, hija del gigante Ymir y Bor, nieto de la vaca. Ambos decidieron unirse de forma sexual y dar origen a más seres que habitaran la oscuridad; así nacieron tres dioses: Odín, Vili y Va quienes comenzaron a tener sus propias ideas y terminaron por exterminar a los gigantes por considerar que no aportaban nada. Dos de ellos lograron escapar para mantener su legado vivo.

La creación según la mitología nórdica 5


Estas revueltas provocaron que el fuego comenzara a apagar al hielo, por lo que los tres dioses que ahora gobernaban en el mundo crearon la primer morada o lugar de vida y le llamaron Midgard. El gigante Ymir murió en batalla, había ventaja sobre él ya que jamás se había enfrentado a algo similar. Sin embargo, trataron de rendirle culto por haber sido el primer habitante del mundo. Así, con sus huesos crearon las montañas y de su sangre nacieron los océanos. Su cuerpo se convirtió en tierra y su cabello mutó a árboles. Su esqueleto fue transformado en cielo y le salpicaron algunos chispazos de fuego que tomaron de Muspellsheim, que sólo pueden verse en la noche, es decir, las estrellas.
La creación según la mitología nórdica 6

No hay comentarios:

Publicar un comentario